Pienso al ritmo de un vals. Las luces de colores se difuminan, se juntan, se aman. Doy vueltas en la habitación borracha de batidos de chocolate. El helado se derrite en la mesa, la luz de la nevera abierta parpadea, los platos se amontonan en el fregadero y yo bailo un vals sobre la alfombra vomitada por el gato.
Tú no estás y yo ya no te escribo Tequieros en boli rosa sobre posits. Me jode tanto que el gato maúlle a estas horas de la noche que le odio tanto como a ti. Y no, hoy no es domingo...¿Sorprendido? Ja, imagino tu cara de desconcierto. Buscarás un calendario y lo mirarás extrañado. "Hoy es lunes" musitarás. Lunes. Hoy es lunes de Tequieros, de empezar la semana despertándote con besos, saltando encima de ti, sin embargo las cosas han cambiado, porque hoy, lunes, te odio. Sé que protestarás, dirás que lo habíamos hablado, que solo tenía derecho a odiarte los domingos. Lo lamento, pero es que te quiero tanto, que necesito más días de descanso. Y es que a partir de ahora, solo te querré de martes a sábado.
El vals sigue sonando. Un, dos, tres, un, dos, tres. ¿Bailas conmigo?
Mágicas resuenan tus palabras en mi pantalla. Lo que parecía una historia de desamor tiene un ¿feliz? final. ¿Me querrás esos domingos y lunes que te sobran?
ResponderEliminarMUAAAAAAAAAAAAAAAAAKS
Me encanta que comentes en mi blog, así que te querré todos los días. :)
Eliminar¿Amor programado? Vaya, me habían dicho que eso no era posible.
ResponderEliminarUn saludo
Juan M
Me gusta escribir cosas que no son posibles, las que lo son ya las podemos hacer, no?
EliminarTe invitamos a un baile por nuestro blog de literatura http://jeacuso.blogspot.com.es/ enhorabuena por el texto ;)
ResponderEliminarMe paso enseguida. Gracias por leerme.
EliminarOriginal tu forma de escribir, fresca y audaz. Espero que al gato también lo perdones. Te seguiré leyendo.
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